Patinaje Infernal. Primera parte.
El otro día me llevaron a patinar... sobre hielo...
Sí, esa substancia altamente resbaladiza que proviene del agua pero que más bien es "roca anguila". Era mi primera experiencia sobre unos patines para el hielo en 31 años (que se dice pronto... a la vejez viruelas). Las dificultades comenzaron desde el principio, te alquilan los patines (por cierto, muy útil una bolsa de plástico que te facilitan para que luego los pies no te huelan a rayos), pero claro, lo hacen en un mostrador que está a 50 metros (que parecen kilómetros) y tienes que andar sobre el filo de una cuchilla sin torcerte los tobillos (te tiembla toda la pierna en un vano intento por mantener la estabilidad).
Menos mal que que las gradas están todo el recorrido para salvarte con sus barandillas. Por fin llegas a la puerta de entrada y la ves... allí, tan grande y helada, esa extensión lisa donde la gente se desliza a la velocidad de la muerte con una gracilidad que espanta. Tú, tembloroso, te atreves a introducir un pie en la pista y, zas, primer resbalón. Menos mal que previsoramente estaba agarrado cual garrapata a los cristales de la barandilla en previsión del talegazo.
Tarde 10 minutos en mantenerme de pie de forma digna, controlado los pies y su situación espacial...
Fin del primer episodio...
6 comentarios
Miyinalouzo -
Pavoguze -
yo -
chuiks!!
papiroloca -
wedge -
Miki Koishikawa -